Dato Práctico #3
El ajo estimula el apetito, activa las funciones digestivas y también es muy buen anticéptico del intestino. Se recomineda tragar o comer de tres a cuatro dientes al día... si los que te rodean pueden soportarlo.
Dato Práctico #3
El ajo estimula el apetito, activa las funciones digestivas y también es muy buen anticéptico del intestino. Se recomineda tragar o comer de tres a cuatro dientes al día... si los que te rodean pueden soportarlo.
Aquellos fanáticos de la papa, podrán disfrutar este fantástico acompañamiento de papas rebozadas, así como acompañarlas con un poco de queso parmesano, para darle más sabor al plato.
Lava y pela las papas, cortándolas en rodajas de 1 cm de grosor, sin quitarles la cáscara.
En una olla con agua hirviendo, pon a cocer las papas entre 10 a 15 minutos o hasta que comiencen a estar tiernas. Escúrrelas y reserva.
En una fuente, mezcla el pan rallado, el ají y el queso parmesano recién rallado (1). Luego ponlos en un plato plano, en otra fuente pon el huevo batido.
Calienta el aceite en una olla o una sartén profunda, mientras reboza las papas.
Toma cada rodaja de papa y báñala en el huevo para luego rebozarla por completo en el pan (2).
Fríe cada una de las rodajas unos 4 minutos o hasta que estén doradas (3), déjalas escurrir en un papel secante.
Al servir, usa un plato tibio y, para dar un poco de color y más sabor a las papas, espolvorea un poco de ají en polvo sobre ellas.
Muchas recetas recomiendan el uso de queso parmesano y nada mejor que usar uno fresco, por ello debes recordar que éste dura mucho tiempo en el refrigerador, pero es necesario que lo envuelvas en papel mantequilla y luego, dentro de una bolsa hermética (tipo ziploc) para conservar de la mejor forma.