Dato Práctico #16
Evite las grasas. Reemplaza la mantequilla por ricota, queso blanco bajo en calorÃas o una cucharada de queso rallado. Una pizca de nuez moscada y otra de pimienta y listo.
Dato Práctico #16
Evite las grasas. Reemplaza la mantequilla por ricota, queso blanco bajo en calorÃas o una cucharada de queso rallado. Una pizca de nuez moscada y otra de pimienta y listo.
Aquellos fanáticos de la papa, podrán disfrutar este fantástico acompañamiento de papas rebozadas, así como acompañarlas con un poco de queso parmesano, para darle más sabor al plato.
Lava y pela las papas, cortándolas en rodajas de 1 cm de grosor, sin quitarles la cáscara.
En una olla con agua hirviendo, pon a cocer las papas entre 10 a 15 minutos o hasta que comiencen a estar tiernas. Escúrrelas y reserva.
En una fuente, mezcla el pan rallado, el ají y el queso parmesano recién rallado (1). Luego ponlos en un plato plano, en otra fuente pon el huevo batido.
Calienta el aceite en una olla o una sartén profunda, mientras reboza las papas.
Toma cada rodaja de papa y báñala en el huevo para luego rebozarla por completo en el pan (2).
Fríe cada una de las rodajas unos 4 minutos o hasta que estén doradas (3), déjalas escurrir en un papel secante.
Al servir, usa un plato tibio y, para dar un poco de color y más sabor a las papas, espolvorea un poco de ají en polvo sobre ellas.
Muchas recetas recomiendan el uso de queso parmesano y nada mejor que usar uno fresco, por ello debes recordar que éste dura mucho tiempo en el refrigerador, pero es necesario que lo envuelvas en papel mantequilla y luego, dentro de una bolsa hermética (tipo ziploc) para conservar de la mejor forma.