Dato Práctico #16
Evite las grasas. Reemplaza la mantequilla por ricota, queso blanco bajo en calorías o una cucharada de queso rallado. Una pizca de nuez moscada y otra de pimienta y listo.
Dato Práctico #16
Evite las grasas. Reemplaza la mantequilla por ricota, queso blanco bajo en calorías o una cucharada de queso rallado. Una pizca de nuez moscada y otra de pimienta y listo.
Acompaña cualquier pescado con este delicioso gratinado de tomates y queso mozzarella sazonado con romero y aceite de oliva.
Prepara una fuente para horno, frotándole un diente de ajo, una cucharada de aceite de oliva y salpimentándola (1).
Pela los tomates y rebánalos en rodajas de medio centímetro y distribúyelos en la fuente por capas salpimentándolos (2).
Corta la mozzarella en rodajas, el pan -sin la corteza- rállalo y distribuye ambos sobre los tomates de manera homogénea (3), espolvoreando al final el romero picado. Rocía con un poco de aceite de oliva (4) y lleva al horno prealentado a 190ºC durante unos 30 minutos.
Sirve este gratinado caliente y disfruta junto a un sencillo pescado al horno.
Una forma rápida y limpia de pelar tomates es: hacerles, en la parte superior sobre la piel, una cruz con el cuchillo y dejarlos durante 1 minuto en agua hirviendo. Detener la cocción con agua muy fría y verás que la piel sale fácilmente.