Dato Práctico #85
Para que una comida resulte cálida y acogedora, no debe jamás tener una lámpara encendida en la mesa. Eso da una luz frÃa. El comedor debe tener velas o apliques en la pared.
Dato Práctico #85
Para que una comida resulte cálida y acogedora, no debe jamás tener una lámpara encendida en la mesa. Eso da una luz frÃa. El comedor debe tener velas o apliques en la pared.
Esta deliciosa receta es ideal para acompañar la hora del té. Perfecta para aquellos que se inician en la repostería y buscan sorprender.
Precalienta el horno a 150°C.
En un bowl grande, agrega las yemas de los huevos, la ricota, la esencia de almendra y el azúcar. Revuelve los ingredientes y, luego, agrega las almendras molidas y la ralladura de limón (1). Mezcla los componentes.
Coloca las claras de los huevos en un bowl mediano y bátelas a punto de nieve con una batidora. Posteriormente, agrega las claras al contenido del bowl grande y, con una cuchara grande, mezcla los ingredientes para que se incorporen (2).
Cubre el molde, en la base y los bordes, con el papel mantequilla. Luego, engrásalo con la mantequilla (3).
Vierte la mezcla en el molde y hornea por 50 a 60 minutos (4). Asegúrate que el queque quede con una consistencia firme y con un color dorado, antes de retirarlo del horno.
Una vez que esté listo, deja enfriar por 10 minutos. Luego, retira el molde desmontable y rocía las almendras laminadas (5). Finalmente, retira el papel mantequilla que cubre los bordes del queque.
Antes de servir, espolvorea azúcar flor.
Acompañe este delicioso queque con un café de avellanas.