Dato Práctico #35
Al igual que sucede con la piel, los cabellos y las uñas, la belleza de los ojos viene del interior. Toma en cuenta el régimen alimenticio, no recargues tu hÃgado y aviva el brillo de tus pupilas con vitaminas B1 y B2 que se encuentran en tomates, zanahorias y limón.
La espumosa textura de esta deliciosa torta de chocolate, la convierte en un postre ideal para saborearla con un bajativo o con un café. Te sorprenderás de lo fácil que es prepararla.
Precalienta el horno a 180°C y cubre la base del molde con papel mantequilla o papel de aluminio.
En un bowl, a baño María, derrite los trozos de chocolate junto con la mantequilla. Revuelve constantemente, hasta que adquieras una consistencia cremosa y brillante. Una vez que logres esto, retira el bowl del baño María y espera que la mezcla se enfríe un poco. Agrega el azúcar e incorpora -una a una- las yemas de los huevos.
En un bowl mediano, agrega una pizca de sal, las claras de los huevos y, con una batidora, bate a Punto de nieve. Luego, vierte el contenido del bowl en la mezcla del chocolate. Asegúrate de que todo quede bien incorporado y procede a vaciar la mezcla en el molde desmontable. Pasa una espátula por la superficie para que se vea más uniforme.
Introduce la torta en el horno y hornea por una hora. Sabrás que está lista una vez que, al agitarla, el centro no esté completamente rígido. Si lo tocas con el dedo, debería quedar un poco hundido. También asegúrate de que la superficie se vea sólida.
Una vez que la torta se enfríe, procede a retirar el molde y el papel mantequilla. Espolvorea azúcar flor o chocolate en polvo en la superficie.
Cuando selecciones el chocolate que utilizarás, procura buscar uno de buena calidad. Es decir, que contenga al menos 60% de cacao.
Al momento de servir, puedes acompañar esta deliciosa torta con un poco de helado de vainilla.