Dato Práctico #85
Para que una comida resulte cálida y acogedora, no debe jamás tener una lámpara encendida en la mesa. Eso da una luz fría. El comedor debe tener velas o apliques en la pared.
Dato Práctico #85
Para que una comida resulte cálida y acogedora, no debe jamás tener una lámpara encendida en la mesa. Eso da una luz fría. El comedor debe tener velas o apliques en la pared.
Cierra cualquier comida con un fresco y sabroso sorbete de naranja, cubierto por una capa de chocolate, una tentación que hará caer a cualquiera.
Engrasa 4 moldes de unos 200 ml cada uno y ponlos a refrigerar una media hora. Mientras tanto, derrite el chocolate a baño maría o en microondas.
Retira los moldes del refrigerador y vacia en cada uno el chocolate, verificando que cubra bien todo el recipiente. Luego ponlos sobre un poco de hielo para que el chocolate se endurezca. Después resérvalos en el refrigerador (1).
Vierte el jugo de naranja en una olla pero reserva 3 cucharadas en una fuente. Pon la olla a fuego lento y agrega el agua, la ralladura de naranja, el azúcar, la ralladura y el jugo de limón. Revuelve todo hasta que se disuelva el azúcar, luego aumenta el fuego y, cuando hierva, retira la olla del fuego.
En la fuente con el jugo de naranja, agrega la gelatina revolviendo un par de minutos y poniendo la fuente a baño maría con fuego bajo unos minutos.
Luego pasa esta mezcla a la olla y añade el licor de naranja, mezclando todos los ingredientes (2).
Vierte todo en un molde y pon al congelador durante unos 30 minutos o hasta que se formen cristales de hielo (3).
Retira el sorbete del congelador y bátelo bien. Saca los moldes de chocolate del refrigerador y ve poniendo el sorbete en cada uno de ellos, devuelve al congelador hasta el dia siguiente.
Para servir, desmolda el sorbete y decora con hojas de menta (4) o naranja confitada.