Dato Práctico #73
Antes de guardar las zanahorias en el refrigerador, quita las hojas verdes que tienen en uno de los extremos. Si las dejas, se pueden resecar y no conservarse bien.
Dato Práctico #73
Antes de guardar las zanahorias en el refrigerador, quita las hojas verdes que tienen en uno de los extremos. Si las dejas, se pueden resecar y no conservarse bien.
Ideales para acompañar un té con las amigas. Estas galletas no sólo son deliciosas, también son sencillísimas de preparar.
Precalienta el horno a 200°C.
En un bowl grande, añade la mantequilla y el azúcar. Con una batidora eléctrica, mezcla los ingredientes hasta que la mecla adquiera un color claro y una consistencia esponjosa (1). Añade la yema del huevo y la ralladura de limón, asegurándote de no dejar de batir durante el proceso.
Cuela el harina sobre la mezcla y revuelve (2). Vierte las cerezas a la mezcla e incorpora los ingredientes, utilizando tus manos. Debes hacer esto hasta que la masa adquiera una consistencia suave
Engrasa levemente las bandejas del horno, usando mantequilla.
Espolvorea un poco de harina sobre una superficie lisa y extiende la masa con un uslero. Asegúrate que no vaya a quedar muy delgada, lo ideal es que tenga un grosor de unos 5mm (3). Reutiliza toda la masa que sobre.
Corta las galletas utilizando el molde y pásalas a las bandejas del horno (4).
Hornea por 12 a 15 minutos. Retíralas del horno cuando adquieran una consistencia firme y un tono dorado. Una vez listas, déjalas enfriar en las bandejas por 2 minutos y luego, colócalas en una superficie fría para que se terminen de enfriar por completo (5).
Para decorarlas, mezcla en un bowl el azúcar flor y el jugo de limón. Revuelve el glaseado hasta que adquiera una consistencia homogénea. Una vez que esté listo, rocía las galletas (6).
Espera que el glaseado se endurezca antes de servir.
Si deseas, puedes variar esta receta con pasas.