Dato Práctico #60
Las frutas dan un toque de alegría a cualquier mesa, por modesta que ella sea. Su atractivo consiste en su presentación. Deben estar muy limpias, si es posible lustrosas. Combinadas sobre una bandeja formarán un centro de mesa muy atractivo.
Aprende aquí la forma fácil de pelar un tomate, sin necesidad de ser un experto.
Con un cuchillo pequeño, recorta el tallo del tomate (1).
Luego sumerje el tomate en agua hirviendo. Si el tomate está maduro, bastarán 15 segundos. Si está verde, déjalo en el agua durante 30 segundos (2).
Finalmente, saca el tomate del agua hirviendo y sumérjelo en agua fría hasta que tenga una temperatura adecuada para manipularlo.
Listo! Ya puedes retirar fácilmente la cáscara del tomate utilizando el cuchillo o incluso con tus propios dedos (3).
En muchos casos no es necesario pelar el tomate, como por ejemplo en ensaladas o pizzas. Sin embargo, para preparaciones calientes donde el tomate va picado (como salsa para fideos por ejemplo), es recomendable pelarlo debido a que la cáscara se desprenderá y terminará flotando en pedacitos sobre lo que sea que hayas preparado.
Al final, depende más de tu gusto o de quienes vayan a comerlo.